Hay gente que jura que Nelson Mandela murió en los 80.
Que lo vio por la tele.
Que lo leyó en el periódico.
Que lo recuerda como si hubiera estado en el funeral.
Pero no.
Murió en 2013.
Libre. En su casa. Tranquilo.
Eso se llama efecto Mandela: cuando una mentira repetida se instala en la memoria colectiva como si fuera verdad.
¿Y sabes qué?
No es solo una curiosidad para frikis.
Es una lección de oro.
Si una mentira repetida puede convencer a miles…
imagina lo que puede lograr una verdad bien contada sobre ti.
Porque en esta vida no gana el más listo.
Ni el más currante.
Gana el que sabe construir influencia.
El que se expone.
El que deja que hablen de él.
Y mejor aún: el que controla el discurso.
Así que sal del escondite.
No vives en una cabaña en medio del bosque.
Vives en una sociedad donde todas las oportunidades se abren por reputación.
Y la reputación te abre puertas… o te las cierra en la cara.
¿Quieres jugar bien tus cartas?
Empieza por entender el juego. Lee esto:
[ LIBRO ] Claridad Ancestral (12,95 €)
El libro que te enseña a ser protagonista en vez de espectador.
Abrazo.