Últimamente escucho a mucho iluminado de Instagram disfrazado de “coach financiero” diciendo absurdeces tipo:
“Deja propina en todos lados, alquila Lambos, vuela en business… que eso eleva tu frecuencia y atrae riqueza.”
No, amigo. Eso eleva tu ego y vacía tu cuenta.
Y lo peor es que lo dicen en serio. Pero claro, no han leído historia.
No saben lo que le pasó a Denis Diderot.
Diderot era un filósofo francés del siglo XVIII que un día recibió un lujoso batín escarlata como regalo. Y al ponérselo, notó que el resto de sus pertenencias parecían baratas en comparación.
¿Solución? Empezó a cambiarlas: sillones nuevos, alfombras, cortinas, cuadros. Quería que todo hiciera “juego”.
¿Resultado? Se arruinó.
De ahí el “Efecto Diderot”: compras una cosa cara y terminas en un espiral de consumismo imbécil para que lo demás no desentone.
Eso es lo que hacen los pseudogurús que te venden humo de alta frecuencia mientras se hipotecan hasta las cejas para “aparentar éxito”.
No necesitas parecer rico. Necesitas ser claro.
Con lo que haces.
Con lo que quieres.
Y con lo que de verdad vale la pena.
Y si algo tiene valor —valor de verdad— es esto:
[ LIBRO ] Claridad Ancestral (12,95 €)
No te enseña a atraer riqueza alquilando un Lambo.
Porque los ricos de verdad no gastan para aparentar.
Gastan en lo que les hace avanzar.
Abrazo.