Se llama bambú japonés.

Durante los primeros 5 años no ves nada. Cero.

Riegas. Abonas. Cuidas que no le falte el sol…

Y no pasa nada.

Pero…

Al llegar el quinto año, en apenas 6 semanas crece más de 20 metros.

Sí, más de 90 centímetros al día.

Entonces todos vienen a decirte “qué suerte has tenido”, “cómo lo hiciste”, “cuál es el truco”.

Y no entienden que no creció en 6 semanas.

Creció en 5 años y 6 semanas.

Durante esos 5 años lo que hacía era lo invisible: raíces profundas.

¿Y tú qué crees que estás haciendo ahora?

Cuando te formas, cuando trabajas en ti, cuando madrugas sin resultados inmediatos, cuando nadie te aplaude…

Estás echando raíces.

Nadie las ve.

Pero son las que van a sostener tu crecimiento cuando te toque volar.

Porque si el bambú saliera antes de tiempo, se caería.

Así que no seas impaciente.

No confundas falta de resultados visibles con falta de progreso.

Los que parecen “estancados” muchas veces están construyendo cimientos.

Y si no sabes por dónde empezar a hacer crecer tus raíces, empieza por aquí:

[ LIBRO ] Claridad Ancestral (12,95 €)

El libro que te ayudará a plantar las semillas de los resultados.

Abrazo.