Llega el buen tiempo y sin embargo se escucha por todos lados comentarios como:

— “Buff, qué calor. Así no se puede hacer nada.”

— “Este año va a ser peor que nunca.”

— “Qué ganas de que vuelva el invierno.”

Traducción: “Soy un flojo y vago. Necesito excusas para no mover un dedo.”

El calor no es el problema.

Nunca lo ha sido.

El problema es su pereza.

¿Hace calor? Sí, campeón. Viene el verano…

¿Y? ¿Dónde está la sorpresa? ¿Qué esperabas? ¿Que en agosto haga fresco?

El calor no te va a matar. Es tu amigo.

Es el filtro que elimina a los débiles.

Mientras los quejicas se derriten, tú lo aprovechas.

Tú construyes ventaja.

Aguanta el calor. Sigue avanzando. Y míralos quedarse atrás.

Porque si eres tan frágil que un cambio de temperatura te bloquea…

imagina lo fácil que es ganarte.

El éxito es simple:

Haz lo que otros no hacen cuando a otros no les apetece.

Simple.

Tan simple como leer, como el adulto que quiere resultados.

Tú decides: leer o quejarte del calor.

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Abrazo.