A los 65 años, la mayoría de la gente está pensando en la jubilación. El Coronel Sanders, no.
Harland Sanders, estaba en la ruina.
Había intentado de todo: bombero, vendedor de seguros, granjero, incluso dueño de una gasolinera con un pequeño restaurante.
Nada le había funcionado a largo plazo.
Su única posesión era una receta de pollo frito.
Con esa receta en su cabeza, empezó a viajar por todo EE.UU., ofreciendo su pollo a restaurantes.
Dormía en su coche y fue rechazado más de 1.000 veces. Pero no paró.
Un día un restaurante aceptó su propuesta. Luego otro. Y otro.
Hoy, KFC es una franquicia con miles de locales en el mundo.
¿Qué tenía el Coronel Sanders que tú no tengas? Nada.
Ni una educación privilegiada. Ni una familia rica. Ni suerte.
El Coronel tenía dos brazos, dos piernas y, sobre todo, una cabeza. Los mismos recursos que tú.
Así que enhorabuena. No importa tu edad, tu situación o los fracasos que hayas acumulado. Mientras sigas teniendo una cabeza sobre los hombros, tienes todo lo que necesitas para construir la vida que deseas.
Por eso tienes que exprimir tu mente, y para ello te recomiendo mi libro Claridad Ancestral. Lo están comprando aquí.
Abrazo.