Lo que no se paga no se valora

Lo Que No Se Paga No Se Valora

Lo que no se paga no se valora

¿Alguna vez has notado cómo tendemos a dar más valor a aquello por lo que pagamos? En cambio, lo que obtenemos gratis suele quedar en segundo plano, olvidado o subestimado. Este fenómeno es tan común que podríamos preguntarnos: ¿Por qué pasa esto?

En el breve post de hoy reflexiono sobre cómo el valor percibido cambia cuando algo implica un coste, ya sea económico, de tiempo o esfuerzo, y por qué es importante reflexionar sobre lo que verdaderamente valoramos.

El Precio Otorga Valor

Imagina que un amigo te regala un libro o un curso de crecimiento personal al que ha dedicado mucho tiempo y esfuerzo para prepararlo.

Sin embargo, como no te ha costado nada, quizás no lo termines o lo postergues hasta “tener tiempo”.

Pero si tú mismo hubieras pagado por ese mismo curso, es probable que te fuerces a encontrar tiempo para terminarlo.

¿Por qué? Porque tu mente ya ha asociado un valor específico a esa inversión, haciéndote más comprometido con el resultado.

Otro ejemplo claro es el acceso a la información en internet.

Tenemos al alcance del clic cientos de libros, artículos y recursos gratuitos de valor incalculable, pero muchas veces acabamos ignorándolos o acumulándolos sin realmente usarlos.

En cambio, un libro que compras o una clase que pagas parecen tener más “peso”.

Esto nos lleva a pensar: ¿realmente es más valioso lo que pagamos, o simplemente estamos más dispuestos a valorarlo cuando ha requerido un sacrificio?

El Esfuerzo y el Compromiso como Moneda de Cambio

La cuestión va más allá del dinero. A menudo, lo que requiere esfuerzo personal, dedicación o tiempo también es percibido como algo de mayor valor.

Piensa en el gimnasio: si alguien te regala una membresía, podrías no comprometerte completamente. Pero si has trabajado duro y hecho sacrificios para costearla, cada visita al gimnasio tendrá un sentido más profundo.

En nuestras relaciones, pasa algo similar. Las conexiones que construimos y cuidamos con tiempo, atención y empatía son las que más valoramos, en comparación con relaciones que surgen sin esfuerzo y, a menudo, se desvanecen igual de rápido.

Esto se aplica también a nuestro propio crecimiento personal: lo que cultivamos día a día y trabajamos arduamente para alcanzar, lo valoramos mucho más, ya que conocemos el coste personal que conlleva.

Conclusión: Aprende a Valorar lo Gratis

No se trata de dejar de aprovechar lo que es gratuito, sino de aprender a valorarlo por lo que realmente es y lo que puede aportar.

La próxima vez que recibas algo sin coste, haz el ejercicio de comprometerte como si hubieras invertido dinero, tiempo o esfuerzo.

Cambiar tu perspectiva sobre el valor de lo gratuito puede llevarte a aprovechar al máximo cada oportunidad.

“El precio de cualquier cosa es la cantidad de vida que estás dispuesto a cambiar por ella.”

Henry David Thoreau, filósofo y escritor estadounidense

Comparte si te ha gustado

Únete a mi canal gratuito de WhatsApp


Andrés H. Casaus

Foto cuadrada byn Andres Hernandez Casaus

Andrés es un ingeniero que descubrió que la verdadera ingeniería estaba en construir una vida plena y significativa. A través de su canal y método mucha eDAD® comparte su mentalidad para superarse.

No te pierdas sus libros. Puedes contactar con él aquí.


© mucha eDAD – Todos los derechos reservados